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AYER: “Entre el cielo y la tierra”

  • cryztal2
  • 29 dic 2011
  • 3 Min. de lectura

Y entonces vi sus ojos sucumbir a sus miedos, los vi hundirse en el lamento, los vi ahogarse en la pena pero no hice nada tan solo mire y aunque quise no había nada que hubiera podido hacer… Quizás hablarle decirle aquí estoy… pero… ¿de que serviría?, acercarme despacio pararme a su lado y abrazarla…pero… ¿Podría sentirme? …Tocar su mano y susurrarle al oído aquí estoy… si ni siquiera podía escucharme. Y mientras mas la veía mas impotencia sentía, no dude en hacer aquello que se supone debería enseñar y cuestione. “Que ayuda se supone que puedo brindarle si ni siquiera sabe que existo”, o tal ves era solo lo que yo creí en ese momento.

Me acerque al enorme ventanal que tenia en su habitación y observe la vista, era extraño ver eso para mi, lo vi con ojos de niño, desde ese lugar me sentía tan pequeño por un segundo sentí que no era quien era y que no estaba allí por lo que estaba y grite “Niña no llores por un pasado lleno de heridas, llora por un presente lleno de alegrías”, aunque no se si se dio cuenta que grite, pero por primera vez me escucho, no se si se dio cuenta que esto era algo nuevo para mi pero me respondió y me hablo como si aun fuera ella y yo fuera el, como si fuéramos las mismas personas que hay en mis recuerdos y desde ese día tan solo no pude dejar de hablarle y lo mas extraño es que ella me vio y no pudo dejar de verme.

Creo que en el fondo cuando eso paso esperaba que ese sea el final o tal ves el principio, llevaba muchas vidas en sus sombras y que de repente pueda hablarle y que ella pueda verme debía significar algo, admito que lo primero que pensé fue que era su ultima vida y que por fin podríamos estar juntos aquí como lo soñé alguna vez pero al instante dude, tantas veces había amagado con tener su ultimo momento y ella siempre parecía encontrar la forma de quedarse ahí, era como si el fuese un imán que la pegara a ese mundo, admito que realmente lo envidiaba y no era bueno ser quien era y aun sentir lo que sentía pero lo hacia y de una forma tan importante que fue lo que me llevo a replantear en que lugar se suponía que debía estar fue por eso que tome la decisión de regresar.

Verán cuando yo la conocí por primera vez se podría decir que en algún sentido ella era una niña aun le quedaba mucho por recorrer, tenia demasiadas lecciones que aprender, yo sin embargo era bastante maduro ya, solo a dos lecciones de lo que ella llamaría mi graduación y aprendía bastante rápido, lo cierto es que hay quienes repiten la lección infinitamente, a mi con dos o tres veces me bastaba para progresar, así que si, es como piensan solo viví 5 veces con ella pero bastaron para marcarme aun aquí. Recuerdo ese momento como si fuera ayer seguramente ella se los conto a su manera pero nunca está de mas oír las dos versiones. Hay algo que parece ser lo que nos une en este extraño mundo al parecer los libros debían ser nuestra afinidad pues con ellos la conocí, con ellos la perdí y con ellos la vuelvo a encontrar o tal vez ella me encuentre a mí.

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