Ayer: “Entre el cielo y la tierra” Parte 5

Como me sentí cuando me entere…destrozado…enojado…furioso…No podía creerlo y menos entenderlo, todo el tiempo que estuve creyendo que eran sus vidas conmigo y yo no era más que su camino hacia el…en todas mis vidas cada vez que yo me iba el aparecía y le daba todo lo que yo nunca pude, hasta fue mi propia sangre y yo no me di cuenta hasta que por fin lo supe, había sido mi hermano consolándola en mi velorio, ¿que como me entere?

Aquel anciano me conto el sabia mas de lo que me dijo la primera vez que lo vi y al final de cuentas somos tan parecidos por no decir lo mismo.

-¿Otra vez tu? Pero veo que ya no andas rodeándola, ni eres uno de ellos. ¿A qué se debe que hayas regresado? ¿Quizás ella?

- Si, así es.

-No sabes que nunca podrás tenerla.

-¿A que te refieres si pude tenerla antes porque no ahora?

-Iluso, no te han dicho nada, no sabes nada…solo recuerda.

-¿Qué es lo que debo recordar?

-Jamás la tuviste, eras uno más de los elementos que los unía, no puedes separarlos, podríamos decir que es el destino que los une y nada va a poder evitarlo, créeme yo lo sé

-¿Vamos y cómo es posible que tú sepas tanto?

-Porque estuve en ambos lados y hoy no soy de aquí ni soy de haya, recuerdas ese primer día que la viste en el colectivo, le dije algo y ella me entendió, ¿tu pudiste entenderlo?

-No.

-Lo supuse…Cuando puedas hablarle como yo lo hice, sabrás la verdad.

-¿Por qué me dices todo eso? ¿Y además por que debería creerte, tu lo dijiste no eres de aquí ni de haya?

-Porque presiento que tu cometerás mis errores y cuando lo hagas veraz que fuiste un tonto en no escuchar, debo continuar mi camino, si algún día quieres oírla verdad sabrás donde encontrarme. Adiós. – El se fue caminando lentamente por aquella acera y yo me quede viéndolo, no entendía quien era porque se acercaba y me decía esas cosas de las que no había manera que pueda creerle o eso creí.