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Ayer: “Entre el cielo y la tierra” Parte 6

  • cryztal2
  • 2 mar 2012
  • 3 Min. de lectura

Fue un par de meses después de encontrarlo, era pleno verano y el calor era sofocante, me había acostado temprano pero no había podido pegar un ojo hasta las tres de la mañana que por fin caí en un sueño profundo que me ayudo a recordar…

Otra vez viviendo con ella tenía algo importante que decirle así que le pedí que salga a caminar conmigo, era una hermosa tarde otoño las hojas secas desparramadas por todos lados hacían de la calle un lugar especial caminamos abrazados sin pronunciar palabra y llegamos a aquella plaza donde nos sentamos en un banco-

-¿Ocurre algo? – Ella me pregunto preocupada.

-¿Por qué lo preguntas?

-Dijiste que querías contarme algo y no has dicho una palabra desde que salimos y últimamente estas tan distante, evasivo como si hubiera algo que te moleste.- Me quede en silencio un instante miraba las hojas jugar con el viento, doble la cabeza y ella estaba ahí mirándome fijo esperando que le dijera algo con sus ojos color café que llevaban un brillo especial como si supiera que es lo que iba a decir y que es lo que iba a pasar no tengo palabras para expresar la tristeza que me atrapo al verla y saber que tenía que decírselo señale las hojas y agachando la mirada le dije:

-Cuando veas las hojas así, jugando con el viento y ya no este aquí, sabras que soy yo jugando con el viento para ti…para hacerte recordar que aunque no veas siempre estaré contigo cuidándote- Volví a mirarla, la mire fijo a los ojos parecía que en cualquier momento una lagrima caería de ellos, la tome del cuello y la bese.-Te amo…pero quiero que seas feliz, quiero que te alejes de mi porque conmigo ya no lo vas a ser.

-¿Por qué me dices estas cosas?, dime de una vez que ocurre y deja que yo decida como seré feliz.

-Estoy enfermo…el médico dijo que de aquí a un mes empeorare y que posiblemente no llegue a los seis meses, ¿Serás feliz cuidando de una persona enferma que ya no te podrá dar nada?

-Soy feliz tan solo con tenerte cerca, en las buenas y en las malas, y seré más feliz estando contigo cuando más me necesites y sabiendo que puedo ayudarte en lo que sea.

-Estás segura de lo que dices, no voy a estar bien y tu tendrás que verlo y la verdad es que no se si yo voy a poder tolerar que tú me veas así – Ella me acaricio el cabello y respondió

-Tú me ves todas las mañanas cuando recién me despierto, crees que estarás peor – y me sonrió y no pude evitar volver a besarla era capaz de alegrar hasta los momentos más tristes, estar con ella definitivamente era estar con un ángel con el que nunca sabias con que podía salir y volví en el tiempo más atrás y recordé la primera vez que la vi en aquella vida, yo era uno de esos chicos consentidos mis padres estaban muy bien económicamente y tenía todo lo que quería. Era el ultimo semestre y estábamos por terminar el secundario, nos habíamos sentado afuera del colegio con mis amigos a planear una gran fiesta para luego de la graduación, en mi casa para variar. Cuando la veo bajar de un auto, delgada, delicada, de piel blanca como la nieve ojos café y su cabello castaño suelto largo hasta a la cintura, llevaba unos libros y un cuaderno en sus brazos no fue el único que le prestó atención pues uno de mis amigos hizo el comentario “Por fin una chica nueva que vale la pena”…Ella entre al colegio y me quede viéndola caminar de una manera suave y sutil hasta que otro de mis compañeros dijo “Despierta…está bien que sea muy linda pero no es para que quedes como un idiota” Creo que esta de mas decirles que ese día lo pensé y así fue no pare hasta tenerla al lado mío y lo conseguí aunque también recordé que tenía un hermano dos años menor que yo y él fue quien la llevo a mi casa la primera vez que le hable.


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