Ayer: “Entre el cielo y la tierra” Parte 9
- cryztal2
- 10 ene 2013
- 5 Min. de lectura
Ellos tenían un plan para mi hoy lo sé… lucia como tú de esa edad cuando descubrí a mi ángel y mi desgracia…como tu había vivido con ella varias vidas y también la había cuidado y había decidido regresar…en esa vida ella era lo más bello que jamás hubiera creído que podía conocer, desprendía luz y alegría por donde fuera. Nuestros padres eran muy amigos y habían arreglado nuestro matrimonio cuando apenas éramos unos niños pero era mucho más que eso crecíamos juntos, aprendíamos, jugábamos, nos divertíamos y teníamos grandes aventuras y las aventuras comenzaron a ser historias compartidas y nos volvimos adolescentes y descubrimos nuestros deseos, nuestros miedos… Estábamos en el establo de mi casa, le fascinaba pasar horas ahí y hablarles a los caballos, yo estaba sentado sobre un pedazo de tronco viéndola acariciar y hablar con aquel caballo que adoraba cuando recordé un sueño que había tenido y aunque algo dudoso le pregunte: - Porque apareces en mis sueños – A lo cual ella sorprendida me respondió - Porque tú me enseñas -Que es lo que te enseño -A amar… -No entiendo lo que dices -No es eso, es solo que aun no lo quieres entender. - Son reales? - Todos y cada uno de ellos – Ella se levanto y se paro justo delante mío, acaricio mi cara, me susurro al oído – eres mi maestro, siempre lo fuiste y lo serás – y beso mis labios de una forma tan dulce y tan dolorosa, con ese beso ella me mostro cosas de las que aun no tenía idea y me conto su historia, allí supe quien era, nos recordé y los recordé y entendí donde estaba yo – La empuje, salí corriendo de aquel establo rápidamente entre a mi casa, subí a mi cuarto y cerré la puerta con llave, me senté sobre la cama sosteniendo mi cabeza, creo que es demasiado para nosotros realmente no sé porque duele tanto cuando estamos aquí, ella me siguió y golpeaba mi puerta repetía mi nombre mientras golpeaba y yo solo podía gritarle que se fuera, estaba aterrado, asustado, de repente ella se sentó en el piso delante de la puerta y me dijo: -Me quedare aquí hasta que abras, no debí contarte aun…te necesito…-Al escucharla decir eso me levante, me acerque a la puerta y lentamente la abrí – ella aun sentada ahí en el piso me miro y dijo – ¿Por qué corriste? -Me lastimaste aquí – y toque mi cabeza, ella se levanto, entro a la pieza, se sentó sobre la cama y me respondió: -Perdón, no sabía que eso podía lastimarte – me senté a su lado – ¿aun te duele? - Ya no tanto. - Ya no quiero… -¿Qué cosa? - Lastimarte, ser así…esto…por eso te lo conté ahorra… no debía…pero tú me puedes ayudar, no es así y tiene que ser antes de que te hagan ir - No lo sé…que se supone que haga. -Puedes alejarlo de mi…ellos se darán cuenta que es en serio esta vez y no me harán volver con el -¿Pero podre quedarme contigo? - No lo sé… Amigo ella estaba tan cansada de estar aquí cuidándolo, sabía lo que yo sentía y que haría cualquier cosa por tenerla cerca…y yo estaba tan locamente enamorado de ella que creí cada palabra que salió de su boca y lo intente Gabriel – ¿Y qué fue lo que hiciste? - Trate de alejarlo pero no pude…Esa tarde nos quedamos en mi habitación recostados en el suelo de costado uno frente al otro charlando y planeando un futuro, como si fuera posible para nosotros…de repente ella se dio vuelta y se acostó mirando el techo -¿Que miras?- Le pregunte y me acosté a mirar el techo a su lado - Las estrellas, ahora puedes verlas también, solo mira mas allá y veras todo – cerré mis ojos un momento y solo pensé que quería ver mas allá y te asombrarías de ver lo que ahora puedes, cuando los abrí era como si el cielo estuviera delante de mis ojos, la belleza del universo frente a mi – wow…es real - No hay nada más real que esto - Y cómo es posible - Te mate…- Me quede helado al escuchar eso…sentí pánico pero no dije nada y luego de un momento continuo- de alguna manera, cuando te bese te mate… te quite de este mundo…y del otro…te puse en un lugar mas allá…perdóname - No lo entiendo… - Ahorra tú decides…Ya no te irás si no lo deseas y no volverás si no quieres…ya no enfermaras ni te iras de ninguna otra manera para que yo te suelte y lo conozca…eres especial - ¿Quieres decir como tú? - No, tan así de especial no… pero bastante, pero no te da miedo - Creo que si estoy contigo no lo tendré, tú tienes miedo - Demasiado, sabes lo que haremos no… - ¿Puede fallar? - Puede ser el peor de los desastres… - ¿Y qué más puedo hacer? - ¿Te gusto la idea de ser especial, no es asi? - No, no es eso solo creo que si será un desastre sería bueno saber que mas puedo hacer - Puedes ir a donde quieras…escapar mágicamente – Ella sonrió y continuo – Mi madre me conto cuando aún era una niña, que una vez tuvo una persona especial que no era ni de aquí ni de allí y el podía llevarla a donde quisiera mágicamente, escapar…ella me dijo que lo hizo sin querer pero que jamás se arrepintió y pudo conocer más de lo que conocía…quieres saber algo importante de mi, algo que no viste -¿Qué cosa? - Tengo tres hermanas una de ellas es muy pequeña…o sea no aquí no…si no en algún lugar…una vez conocí a la pequeña…ella puede ser muy especial… y sé que somos tres…lo que significa que ella va ocupar el lugar de alguna de nosotras…- Cuando me dijo eso luego de nuestra larga charla y lo que hizo supe a quien venía a reemplazar la pequeña pero solo no quise escucharlo y luego ella continuo diciéndome- puedo pedirte algo… - Lo que sea para un ángel como tu… - Si saliera mal y ya no pudiera regresar aquí…cuando ella venga podrías cuidarla, podrías ser su alguien especial sin que tenga que hacer lo que yo hice contigo. - Lo prometo…pero todo saldrá bien ya lo veraz – Le mentí y me mentí a mi mismo pues nada salió bien ya me vez, aquí estoy contándote la historia y quieres saber qué es lo peor no quise evitar que la pequeña no lo haga, creo que me he sentido algo solo todo este tiempo y ahora tengo con quien conversar… Gabriel – La pequeña es ella, por eso estabas ese día en ese colectivo - Desde que ella se fue, solo me dedique a ser su sombra, si intentas recordar te darás cuenta que siempre estuve. Gabriel – Ella se ira también entonces… - No lo sé pero si vi algo diferente, ella lo hizo con otra intención, no quiere que los separes, quizás esta vez algo sea diferente… Gabriel – ¿Pero qué paso con ustedes? - Lo inevitable…
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