Ayer: “Entre el cielo y la tierra” Parte 11

Se convirtió en nuestro mejor amigo, lo invitamos a cenar teníamos grandes charlas, el se divertía mucho con nosotros. No tenía ni la menor idea de lo que estábamos planeando, no podía imaginarse lo que iba a suceder y creo que nosotros tampoco. Fue una noche de invierno, habíamos elegido esa época del año porque había menos gente y era mucho más tranquilo lo invitamos a cenar como de costumbre y estábamos haciendo la sobre mesa cuando ella se levanto y empezó a recoger los platos mientras yo le entretenía con una de mis historias, ella me miro primero a mí, yo asentí con la cabeza y luego pregunto. -Voy a preparar te, ¿alguno quiere? -Si, por favor tráenos a los dos – enseguida respondí. Ella se dirigió a la cocina llevando los platos, se que en el fondo estaba asustada pero creo que te has dado cuenta como son, les cuesta admitirlo. Volvió al primero con su tasa de te y luego fue por la mía y la de ella y luego se sentó de una manera tan relajada como si no hubiera hecho nada malo, como si no estuviéramos por hacerlo. Yo fui el primero en tomar un sorbo del y enseguida replique: -Esta exquisito como siempre, la verdad que sabe preparar el mejor que uno puede probar creo que es una de las cosas que nos mantiene juntos – reí y luego lo mire y le dije- anda pruébalo, no te vas a arrepentir – una de la mentiras más grande que dije en todas mis vidas.- El lo probo y enseguida respondió: - Es cierto, exquisito como siempre, creo que yo tampoco la dejaría ir – y se rio. Todos seguimos tomando de nuestras tasas mientras continuábamos charlando y riendo hasta acabarlas, creo que no pasaron ni cinco minutos luego: - Creo que ya debería irme, me siento algo cansado- dijo mientras se levantaba de la silla - No por favor quédate, no es molestia puedes dormir en el cuarto de huéspedes- le respondí, mientras me levantaba y me le acercaba lentamente. - Realmente se los agradezco pero será mejor que me marche no me estoy sintiendo muy bien – se dio media vuelta para dirigirse a la puerta. - Esta bien déjame que te acompañe hasta la puerta – me pare ah su lado cuando por fin cayó al piso inconsciente, la mire y le dije: - Es hora, ayúdame a llevarlo al establo- lo levantamos entre los dos y lo llevamos al establo, allí lo atamos y le tapamos la boca tan solo por si llegaba a despertar antes de tiempo mientras lo hacíamos ella insinuó con algo de temor -¿Y si despierta? - Si ya no esta no podrá despertar, ¿no es así?…tú me lo dijiste - Es una de las posibilidades, pero no todas… -Ya estamos aquí, ahora tenemos que arriesgarnos, no lo crees - Tienes razón. Ella fue a preparar las bolsas mientras yo buscaba la cuchilla, lo habíamos dejado tirado en el piso del establo, debo admitir que acercarme y verlo ahí indefenso y sabiendo lo que yo tenía que hacer fue muy difícil pero me consolaba con la tonta idea de que era por nuestro futuro, tome coraje y lo mire por última vez, con la cuchilla en mis manos lista, en ese momento el abrió los ojos me miro y luego la miro a ella con las bolsas en sus manos y no me tembló el pulso y lo hice… lo apuñale hasta verlo cerrar sus ojos nuevamente, recuerdo ese día como si hubiera sido una pesadilla, ella fue quien me detuvo tomo mi brazo y me saco el cuchillo de las manos y luego empezó a cubrirlo con las bolsas como si no fuera nada, de una manera tan sínica matamos una persona y para ella era como si nada, yo me arrodille en el piso y me quede atónito por unos instantes mientras la veía, luego volví en mi y continuamos con el plan. Subimos el cuerpo junto con unas palas al carro y lo llevamos a unos campos deshabitados que había a uno cuantos kilómetros, empezamos a cavar tiramos el cuerpo ahí lo cubrimos bien y volvimos a nuestra casa para encargarnos de limpiar el desastre que habíamos dejado, luego nos sentamos junto a la mesa y ella dijo: - Ya esta, ya no tenemos de que preocuparnos podremos estar juntos para siempre. La mire unos instantes y le respondí: - No sientes nada - No entiendo, de que me estás hablando - Te vi ahí tapándolo como si solo fuera basura y entonces pensé no sientes nada, digo era una persona y la matamos - No era una persona, no le entiendes… te mostré lo que era en verdad, porque dudas de mi. - Porque mis ojos solo vieron una persona indefensa con miedo, que creía y confiaba en nosotros - Sabia que no podrías con esto, a pesar de lo que te mostré y te di sigues siendo como ellos con tus sentimientos y tus visiones, ya te he dicho que lo que él podría hacer, además ¿preferías ser tu y no poder estar conmigo más? - No lo sé, no lo sé, solo sé que me siento muy culpable y que no puedo quitar sus ojos viéndonos- Ella se me acerco, me tomo del cuello y me miro a los ojos: - Es por nosotros, es por nuestro futuro, porque te amo, tú me amas a mi - Piensas que hubiera hecho algo de esto si no fuera porque te amo. Nos besamos y fuimos a acostarnos, aunque no pude cerrar un ojo en toda la noche y si lo hacía por unos instantes sus ojos mirándome me despertaban. Y así fue como nos deshicimos de el aunque nuestro futuro no duro mucho pues solo era una de las posibilidades. En algún momento me dormí y al volver en mi la vi parada justo delante de la cama estaba dura como una estatua, me levante la toque, nada, sus ojos estaban abiertos pero era como si solo no estuviera ahí, le hable pero nada, así que me senté sobre la cama a su lado y espere que reaccionara, los minutos parecían eternos, me paraba caminaba por sus alrededores y luego volvía sentarme, le seguía hablando tratando de escuchar una respuesta pero nada y no que cuanto tiempo abra pasado asi pero fue cuando me agarre la cabeza y pensé en vos alta: - Esto es mi culpa, no debimos hacerlo, es todo mi culpa… - Fallamos – cuando por fin volvió en si - Porque estabas así, dime que te paso, que es esto que está pasando explícame por favor – Me quede mirándola - Debes quedarte aquí y esperar… la pequeña va a nacer en unos días, tu serás su guardián, debes seguirla y cuidarla pero sin que ella lo sepa, no debes morir ni vas a vivir como ellos, tienes que irte de este lugar de esta casa todos deben pensar que estamos muertos… quema la casa y busca a la pequeña - He… ¿qué estás diciendo?, ¿de qué me estás hablando? - Es tu castigo, debo irme y cumplir con el mío. Lo siento pero fallamos - En que si el está muerto, deja de decirme tonterías por favor, si solo querías librarte de él y me usaste para ello dímelo y te dejare tranquila – ella me miro a los ojos y froto mi mejilla con una de sus manos - Gracias por hacer esto por mí, te use, pero ya lo saben y nos castigan a los dos, por favor cuida a la chiquita, prométeme que eras todo lo que te pedí. - Te lo prometo – Ella acerco sus labios a los míos y me beso tierna y dolorosamente como la primera vez, sabes lo que me mostro… El no murió o si lo hiso la persona pero no el que dormía en su interior, vi su mano saliendo de la tierra, lo vi levantarse con otros ojos y vi caer todo lo que había a su paso, también me mostro a la pequeña donde nacería y a donde tenía que ir pero no me mostro lo que pasaría con ella ni como lo detuvieron… Sé que lo hicieron porque estamos aquí no, pero no sé cómo, ni cuando, lo que si se es que fui un tonto en creer que podría tenerla, que jamás pensamos en las consecuencias de nuestras acciones y que podíamos simplemente ocultarlo…créeme cuando lo vi haciendo morir todo lo que estaba a su paso si sentí culpa por lo que le hice imagínate el sentimiento de culpa que llevo hoy encima sabiendo que gracias a eso el despertó e hizo lo que hizo. Ahora dime… ¿estás dispuesto a llevar tanta culpa sobre tus hombros? ¿A ver morir todo lo que quisiste en esta vida por tu culpa? ¿Y saber que pese a todo jamás la volverás a ver?. Si estás dispuesto a correr esos riesgos termina lo que empezaste pero déjame advertirte algo por última vez, aunque me caes bien cumpliré mi promesa… Y tan solo se desvaneció… quise seguirlo había tantas dudas que aun tenia pero aun no sabía cómo manejarlo